Columna. (Marlani Sánchez.
@marlanisanchez)
El
editor acaba de cambiar su perfil del PIN, colocó el logotipo del semanario;
eso solo significa dos cosas: 1) Quiere recordarnos que debemos enviarle la
columna, y 2) Todavía ninguno de sus columnistas tenemos "android".
Yo reconozco que estoy negada; estos botones del teclado son adorables y hacen
que escriba "hola cómo estás" en lugar de "houA Vomo
essTdas!" O escribir con autoridad, fuerte y claro "Estoy
manejando" y no "ebsty makejandp". Además, Menca, Miguel, Saday,
Eduardo y Alexander ¿Díganme qué terrícola puede confiar en algo que se llame
"android"? ¿O me van a decir que no suena a alienígena?. Que va. Casi
vendo mi "BB", pero a última hora me arrepentí y cero remordimiento,
sigo con mi PIN, mi teclado de botoncitos y mis cadeneros queridos.
Sí,
eso cadeneros evangelistas que tienen la firme convicción que por esa vía harán
que uno se "arrepienta", y a dónde irán a tener esos otros que está
cayendo maceta de mandilata de aguacero tumba araguato (genuina jerga apureña)
y te mandan una cadena: "Está lloviendo en San Fernando de Apure" o ídem,
pero en su mensaje de perfil, y qué voy a hacer sin los cadeneritos que jugando
la Vinotinto, todos pegados a la pantalla, todos sin excepción vimos el gol,
¡por supuesto que lo vimos! y envían: "Gooooooool", amén de esos que
cuando se va la luz, te lo informan, por si aún no lo sabes pues, a través de
una cadenita. Se levantan tempranito y se acuestan tarde los condenaos; cinco
de la mañana y cadena parejo, doce de la media noche y otra cadena más.
No,
no creo que pueda vivir sin ellos, de verdad. Sigo y seguiré revisando a cada
rato las actualizaciones de los perfiles y gozando un puyero con las puntas que
unos y otros se tiran (quizás deba decir nos tiramos) por esa vía; sí, se
entera uno de todo, de los novios que están bravos, de los matrimonios en
conflicto, de los que están escapados, de las que están bien gordas y ponen
esas fotos de cuando estaban flaquitas, de cuando están aburridos en sus casas
y ponen fotos de playita pá que uno crea, de los insultos a César Farias,
Nicolás y Capriles Radonski, no, el whatsapp no da para tanto, ni lo dará.
Aunque una cadenera que dio el paso del "BB" al "android"
no ha dejado un solo día de continuar enviando sus cadenas, ahora por el
whatsapp, ahí se les dice "mensaje de difusión", creo, que es lo
mismo pero you know, más cacheroso pues...¿El "Line"?, no, a ese aún
ni se le reza, pasarán varias lunas.
Hasta
aquí el desbordamiento temático. Ya debería empezar a escribir la columna.
En
estos días estaba con un compañero de trabajo, acababa de terminar la jornada
laboral del día, me dijo: Te ves cansada, ve a descansar. Yo le dije: Sí, voy, hago
ejercicios, y me marcho a mi casa a descansar. Me miró atónito y con voz de
alarmante preocupación me dijo: "Te estás matando". No, no se refería
a que "me mato" o "reviento" haciendo ejercicios, como en
efecto, se refería a algo así como que cómo se me ocurría hacer ejercicios.
Pensamientos de preocupación tuve porque mi cerebro no entiende como aún tantos
civiles desconocen los beneficios de ejercitarse, que van mucho, pero mucho más
allá que verse bien, pero mucho más allá, debo repetir para enfatizar. No dije
nada. Callé. El silencio también es una contundente opinión. A pesar de la
opinión de mi apreciado compañero de trabajo, ese día claro que fui por mi
ración de hierros, óxido, endorfinas y serotonina, y dormí como una bebé, uno
de los beneficios, y entonces me dije, ya, lanza la segunda parte de lo que has
bautizado como "las locuras que tiene uno que ver en el gimnasio".
A
partir de esta línea debería comenzar a escribir tales locuras, pero me parece
que no pegan, las palabras se han ido para el lado serio y no para el loco. Ellas
son autónomas, tanto como mis ojos, hoy tampoco he podido dominarlas. Creo que
dejaré la arista loca para la próxima columna. Ah, probablemente ilustre esta
columna con una foto mía (y esa bien que puede ser una dosis de la locura, y
por supuesto de mi patológico egocentrismo), mi abuela Diosa siempre me decía
que "el ejemplo entra por casa". Si la foto es de una chica con pinta
de deportista, cabello muy negro, lacio y/o liso, sentada, con cara de
interesante (lo soy), de fondo un las máquinas de un gimnasio, y los brazos muy
bien definidos, sí, definitivamente esa soy yo.
¿Saben?
Mi amigo, el también compañero de trabajo, tuvo unos dos días después del
episodio mencionado, un problema cardíaco, no era la primera vez que le
ocurría, lo acompañé a consultar a dos médicos al respecto, escuché
detalladamente los discursos de los galenos: Cuidarse, cambiar hábitos de vida,
buena alimentación y cero sedentarismo. Ejercicios.
Los
bata blanca coincidieron en una misma palabra: Tranquilidad. Está más que
demostrado que los ejercicios constituyen quizás el mejor ansiolítico y
antidepresivo que existe.
Dime
pues, ¿Qué estás esperando?