Prensa. Senderos
de Apure.net.
Este domingo 01
de noviembre del año 2015, falleció en la ciudad de Caracas, el señor Pablo
Moser Guerra dueño del hato la Guanota y creador del Bufito y sus derivados en
el estado Apure. Cabe destacar que el velorio se efectuará este lunes 02 de
noviembre en las capillas del nuevo
crematorio del Cementario del Este, en la Guairita, Caracas de 1 a 4 p.m. Es
por ello, que desde Senderos de Apure, colocaremos una nota de Estimulo.com
sobre “El Bufito: la obra maestra de la familia Moser”.
Prensa.
Estimulo.com. Guillermo Salas.
FOTO: Patrick
Dolande.
La
leche de las búfalas del Hato La Guanota en Apure es la materia prima para
elaborar este preciado postrecito. Son muchos los nombres presentes alrededor
del ya famoso Bufito, pero la familia Moser y el Hato La Guanota han sido la
parte más importante de este exitoso producto. Lácteos La Guanota ha sido
pionero en el uso de leche de búfala en Venezuela, con más de 25 años de
experiencia en la fabricación de quesos y dulce de leche, por lo que
recientemente recibió la mención Tenedor de Oro gracias a su contribución a la
industria gastronómica venezolana.
Todo
comenzó en 1974, cuando el señor Pablo Moser Guerra recibió diez búfalas de
Trinidad de un amigo veterinario llamado Abelardo Ferrer, para que probara cómo
se comportaban en los llanos apureños y ver qué provecho se les podía sacar. No
le dio mucha importancia a la bestia al principio, pero con el pasar de los
meses notó que “mientras las vacas siempre estaban flacas, las búfalas se
mantenían gordas”, así que las ordeñó y probó hacer un queso de mano.
Los
resultados fueron extraordinarios. El queso tenía un sabor excelente y se
dieron cuenta de que la leche había rendido casi el doble. De ahí en adelante,
el animal que al principio no parecía interesante se convirtió en el
protagonista del hato, por lo que importaron búfalas de Bulgaria e Italia,
entre otros, para aumentar su producción de quesos de búfala. A inicios de 1980
se les presentó otro problema: debían vender el queso a 20 bolívares el kilo,
mientras que los quesos importados se conseguían a 22 o 24 bolívares el kilo,
por lo que había que buscar una mejor rentabilidad. Pablo fue siempre un gran
admirador del dulce de leche y en un viaje a Brasil le habían dado la receta de
“el mejor que había probado”, por lo que realizó otro experimento.
Es
así como nace el Bufito: animales y recetas extranjeras para producir un excepcional
dulce de leche 100% venezolano. En poco tiempo este producto pasó a ser
reconocido en San Fernando de Apure, todos en la zona lo conocían y en la
entrada del hato lo vendían en una tienda para los turistas. En sus primeros
años, el dulce se confeccionaba en la cocina de la casa de la familia Moser:
“En mi casa se hacía Bufito de lunes a domingo a las 4:00 am”, recuerda muy
emocionada Susana Moser de Scannone, hija de Pablo y parte integral del dulce
desde sus inicios. En las mañanas ordeñaban las búfalas y la leche pasaba a la
“bufitera”, como llamaban la cocina de su casa, donde tenían una marmita que
habían conseguido especialmente para ese producto y donde lograron hacer hasta
28.000 tubos de Bufito al día.
A
sus 90 años recién cumplidos, Pablo recuerda con cariño los inicios caseros del
Bufito, cuando compartía diariamente con su hija y su yerno, Héctor Scannone:
“Aquí se hace Bufito todos los días, se venda o se regale”, decían en ese
entonces en La Guanota. En 1987 terminaron la construcción de su actual planta
(diseñada por Susana, arquitecta de profesión), a pocos metros de la casa donde
vivían. En la mitad de la planta se producen quesos y en la otra exclusivamente
Bufito. Todavía continúan usando la misma marmita que una vez tuvieron en la
cocina de su casa.
Desde
ese día han estado en constante crecimiento, siempre confiando en sus
creaciones de leche de búfala y convirtiéndose en criadores de la bestia que
tantos éxitos les ha brindado. En la actualidad, el Bufito se consigue en todo
el país, gracias a la red Farmatodo, que desde el 2010 vende esta delicia
criolla en todas sus tiendas. En los últimos años ha surgido nueva información
acerca de los beneficios de la leche de búfala frente a los lácteos vacunos. De
acuerdo al grupo de nutricionistas de www.nutriwhitedietas.com, existen dos
tipos de leche: A1 y A2, que se diferencian en una sola proteína, llamada
betacaseína. Las leches de búfala, cabra y oveja pertenecen al grupo A2, más
antiguo, con una alta similitud a la composición de la leche materna (también
de tipo A2).
Hace
miles de años la leche de vaca tuvo una mutación en la betacaseína y pasó a ser
de tipo A1, un nuevo tipo de leche a la que el humano no está acostumbrado y
puede generar diversos trastornos en el proceso digestivo. Por ello, quienes
tengan cierta condición respecto a los lácteos podrían plantearse el consumo de
la leche del grupo A2 sin abandonar esos maravillosos antojos.