Internacional.
Ruth del Salto. Colombia.
Badillo,
ese es el apellido del "respetable" y nutrido licenciado que defiende
al chapo Guzman. Acaba de hablar con la
W radio. Hoy estoy relajada en mi día de descanso y me he reído mucho. Tengo
que reconocer que solo el buen estilo de los mexicanos ha logrado con éxito,
desde pequeña, cosquillear todos mis sentidos. Desde Cantinflas, el chavo, y
ahora el abogado del chapo.
¡Esto
ha sido genial!. El capo más sinvergüenza del mundo resulta que según su
abogado nunca se burlo de las autoridades. Que no ha incumplido con la justicia
por haberse escapado. Que haberse volado por un largo túnel amplio y ventilado
en moto, fue un escape con respeto. No una burla.
También
ha dicho este licenciado Badillo que van a impedir que vaya a Estados Unidos a
pagar, que no existe justificación jurídica, que todo es puro chisme. Afirmó
que el "pobre chapo" anda quebrantado en la salud por las bajas
temperaturas que hay en el frío "altiplano" me dio ganas de llorar,
pero al estilo de Kate, de la actriz, del amor platónico del chaparrito de
bigote.
Al
ser consultado sobre el dinero ilícito que recibe por defender al
narcotraficante dijo que no es agente de investigación para saber de dónde
vienen los recursos, y que recibe su "lana" y paga "a los
cabrones" de fisco lo que debe pagar.
Me
imagino ese abogado vestido con la misma camisa floreada y la gorra del chapo.
Él cree en la inocencia y pide clemencia para su angelito, una calefacción en
la celda, una torta de jamón, una enchilada y aguas frescas.
Buen
capítulo de la vida real que me ha tocado escuchar hoy.
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