El
republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, a la cabeza de sus
partidos en la carrera por la candidatura a la Presidencia de EEUU, encaran
este martes cinco elecciones primarias cruciales con las encuestas muy a su
favor.
Prensa.
EFE.
A poco más de seis meses de los comicios
del 8 de noviembre para elegir al sucesor del demócrata Barack Obama en la Casa
Blanca, las espadas siguen aún en todo lo alto en la batalla por las
nominaciones presidenciales. Sin embargo, Trump y Clinton se reafirmaron el
pasado día 19 como los grandes favoritos tras sus contundentes victorias en las
votaciones primarias de Nueva York, donde ambos usaron sus discursos
triunfalistas para presentarse como los nominados inevitables.
“Ya no nos queda mucha carrera. Vamos a
llegar a la convención, creo, como ganadores”, dijo el polémico magnate en su
ciudad natal, en alusión a la Convención Nacional Republicana que se celebrará
en julio en Cleveland (Ohio) para designar al aspirante presidencial. Por su
parte, la ex secretaria de Estado, que representó a Nueva York como senadora en
el pasado, declaró que “la carrera por la nominación demócrata está en la recta
final y la victoria se encuentra a la vista”.
Con ese optimismo, Trump y Clinton
afrontan las elecciones primarias que el próximo martes celebrarán los estados
nororientales de Pensilvania, Maryland, Rhode Island, Delaware y Connecticut. Todo
apunta a que el empresario, que lidera la contienda republicana con un discurso
xenófobo y ultranacionalista, y la ex primera dama, que aboga en general por
continuar las políticas de Obama, se acabarán imponiendo a sus rivales en la
carrera electoral.
Está por ver, no obstante, si Trump y
Clinton consiguen el número de delegados necesario para alcanzar la nominación
y evitar que las convenciones nacionales de ambos partidos sean disputadas, es
decir, que se tenga que dirimir en esos foros la candidatura presidencial.
El cómputo de los delegados en la
temporada de elecciones primarias en EEUU es vital, pues ellos designarán al
candidato a la Presidencia en las convenciones nacionales de julio, y en ese
terreno las matemáticas sonríen más a Clinton que a Trump.
De momento, el magnate acumula 845
delegados, por delante del senador por Texas Ted Cruz (559) y el gobernador de
Ohio, John Kasich (148), si bien necesita 1.237 para asegurarse la candidatura.
En el bando demócrata, la ex secretaria de Estado tiene 1.941 delegados y el
senador por Vermont Bernie Sanders lleva 1.191, incluidos los “superdelegados”
(cargos orgánicos o electos del partido que eligen a su candidato al margen de
la decisión de los votantes), pero hacen falta 2.383 para lograr la nominación.
En las votaciones del próximo martes, el
mayor premio de la noche electoral será Pensilvania, estado que reparte el
mayor número de delegados (210 demócratas y 71 republicanos). Según una
encuesta publicada hoy por la cadena NBC News y el diario “The Wall Street
Journal”, Trump y Clinton se perfilan como claros vencedores en Pensilvania con
un apoyo del 45 por ciento y el 55 por ciento, respectivamente.
En el sondeo, hecho del 18 al 20 de
abril a 734 votantes demócratas (margen de error del 3,6 por ciento) y 571
republicanos (margen de error del 4,1 por ciento), Cruz (27 por ciento), Kasich
(24 por ciento) y Sanders (40 por ciento) aparecen muy rezagados.
Los estudios demoscópicos difundidos,
hasta la fecha, en los otros cuatros estados en liza el martes vaticinan
también cómodas victorias para el magnate inmobiliario y la ex secretaria de
Estado. “Estaré en Maryland esta tarde en un gran mitin. Las cosas pintan bien
el martes”, afirmó hoy el empresario en su cuenta de Twitter.
En los últimos días, Trump ha adoptado
un tono más moderado al aparcar sus habituales insultos, como dejó entrever al
ganar las elecciones primarias en Nueva York, donde habló del “senador Cruz” y
no de “Ted el mentiroso”, como suele llamar a su adversario.
Según los comentaristas políticos, esa
versión más suave y disciplinada del magnate es obra de sus nuevos asesores
políticos, como el jefe de campaña Paul Manafort, y busca limar asperezas con
el aparato del Partido Republicano, que desconfía del empresario.
Clinton también se siente fuerte de cara
al martes y su jefe de campaña, John Podesta, anticipó hoy que ese día puede
ser “realmente bueno” para la candidata que aspira a convertirse en la primera
mujer que conquista la Presidencia de EEUU.
Tan segura de sus opciones se ve la ex
primera dama, que el diario “The New York Times” aseguró este fin de semana que
Clinton ha empezado a recopilar una lista de nombres para seleccionar a su
candidato a la Vicepresidencia del país.
“Sólo estoy trabajando duro para ganar
el martes”, afirmó este sábado la ex secretaria de Estado al ser preguntada por
la lista. Entre los nombres citados por el periódico figura el secretario de
Trabajo de EEUU, Thomas Pérez, de origen dominicano y quien ya respaldó en
diciembre pasado la carrera presidencial de Clinton.
En declaraciones a Efe hechas hoy desde
Maryland, donde hace campaña por la candidata demócrata, Pérez calificó la
información del periódico de “rumores”. “Yo no sé nada sobre esto. No entiendo
cómo ocurren estos rumores”, aseveró el secretario de Trabajo, al subrayar que
dedica “24 horas al día los siete días de la semana” a su responsabilidad en el
Gobierno y que ayuda a Clinton en su “capacidad personal”. “La cosa más
importante -añadió Pérez en español- es la elección de Hillary en noviembre”.
EFE