Durante
la instalación de la XLVI Asamblea Anual de Consecomercio, Cipriana Ramos
defendió el capitalismo y la libertad económica como sustento de la riqueza de
un país.
Prensa.
Estimulo.com
La presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos, hizo un llamado al gobierno en
general y a los gobiernos locales en particular, a no formular acusaciones
contra el sector comercial para evitar que se reproduzcan los saqueos contra
locales privados que se han suscitados en los últimos días, así como a las
fuerzas del orden público a controlar las oleadas de violencia.
“Nos preocupa mucho los llamados de
alcaldes y personas ligadas al gobierno a saquear comercios, que son los que
están más cercanos al consumidor para atender sus necesidades. El gobierno, y
principalmente el local, debe llamar a la cordura para evitar más hechos de
violencia”, afirmó Ramos durante la instalación de la XLVI Asamblea Anual de
Consecomercio, que inició este jueves dos días de deliberaciones en la ciudad
de Valencia, Carabobo.
Tras destacar que el saqueo no es una
forma de protestar sino una actividad abiertamente delictiva, la dirigente
destacó que los cuerpos de seguridad deben garantizar la paz en todo el país.
“No es posible que dos días después los saqueos continúen”, dijo la dirigente,
quien insistió en que el gobierno está obligado a generar confianza en la
población sobre una pronta solución a la crisis.
Consultada sobre el impacto de la crisis
eléctrica sobre el sector, Ramos destacó que si bien no son culpables de esta
situación, los comerciales deben colaborar con la resolución de un problema que
afecta a toda la población. Aunque dijo que tendrá un efecto devastador sobre
el comercio, se abstuvo de precisar datos sobre la posible contracción debido a
esta contingencia.
Tampoco asomó datos sobre la afectación
en el empleo, dijo que es innegable que muchas empresas se verán forzadas a
prescindir de personal, pues además de la drástica caída de los inventarios,
los comercios dispondrán de solo media jornada para vender la poca mercancía
que les llega, con la consecuente merma de los ingresos para cancelar nómina.
“Tratamos de mantener al trabajador
hasta donde se pueda. Estamos sacando de nuestro propio pulmón para intentar
mantener las empresas y la nómina”, acotó, señalando que pese a disponer de
poca mercancía, los comercios insisten en mantener las puertas abiertas a la
espera de la recuperación del país.
Pero esta recuperación no se dará hasta
tanto no se restituya la perdida confianza. “El empresariado debe recuperar la
confianza en el gobierno y el gobierno en el empresariado, pero también el
consumidor en el gobierno, porque ya ha entendido que el responsable de la
falta de mercancía no es el comerciante, sino que por el contrario es el primer
afectado por no poder vender”, comentó.
- Capitalistas y liberales -
En el discurso inaugural de la asamblea,
Cipriana Ramos insistió en que el retorno de la confianza pasa por cumplir los
postulados establecidos en la Constitución Nacional, cuya violación ha sido
promovida por el propio gobierno al no garantizar la satisfacción de las
necesidades básicas de la población, ni atender el reclamo de ésta por esa
insatisfacción en ejercicio de los derechos que le consagra la Carta Magna.
Tras subrayar que el problema de
Venezuela no es de cambio de Constitución sino de incumplimiento de ésta,
preció que a ello se suma “la ausencia de instituciones públicas apropiadas y
dignamente dirigidas, además de una sociedad que crea en ellas y en su
honorable y ético desempeño”.
Del mismo modo, rechazó la
estigmatización que desde el gobierno se ha hecho contra el gremio que
representa. “Ser comerciante no es sinónimo de pillo, de ladrón, de acaparador
o de especulador, mucho menos de hambreador del pueblo. Es un hombre o una
mujer de trabajo, empeñado en hacer país a partir del trabajo honrado, sincero,
transparente”.
Con esa misma convicción, Ramos defendió
el libre ejercicio del comercio. “No nos avergüenza decir que somos
capitalistas y liberales. Que creemos racional y responsablemente en el
mercado, con la misma convicción y firmeza que en la libre iniciativa. Ser
capitalistas y liberales no es un delito, si es que esa fuera la causa para que
se nos señale, vitupere y trate de condenar moral y económicamente. No lo
señala la Constitución. Tampoco el Código de Comercio. Ni siquiera las ya
antiguas e inoperantes leyes que consagran los controles de cambio y de
precios”.
Ramos concluyó su intervención
reiterando el compromiso de los comerciantes con el país. “Tenemos un propósito
claro, preciso, sincero: no fallarle a Venezuela… Sabemos que dicho propósito
no es fácil de alcanzar, pero podemos tomar el ejemplo de cámaras centenarias
afiliadas a Consecomercio que también pasaron momentos difíciles. Si ellos
pudieron, nosotros también podemos hacerlo”.