Prensa.
Senderos de Apure.net.
Via:
Carlos Eugenio Rojas Esser
Literatos de la cotidianidad, poetas de
la actualidad, plumas al servicio de la fugaz maldición de la moda, aspirantes
de la inmortalidad condenados a la estrepitosa caída que proporciona la
inmediatez. El ayer es muerte y cenizas del gran infierno y el mañana es
incertidumbre que roba los sueños de la esperanza. Las lágrimas de un dragón
que se quedó sin llamas, el asta del unicornio pérdida tras romper la barrera
del silencio.
Cazamos segundos que se descompondrán en
cadáveres de siglos a enterrarse a un metro de profundidad, pero con lápidas de
tal altura que derribarán cometas. Somos presente: un tornado que arrasa con el
polvo del suelo del antes y mueve las nubes de tormenta del después, destellos
de vida y muerte sin jueces ni jurado en sus antecedentes para llegar a una
sentencia. No dejamos legado, no dejamos herencia, no creamos tradiciones ni
costumbres; no hay tiempo para eso. Aquí y ahora es nuestra guerra, los
suspiros entre minutos son nuestro campo de batalla, los historiadores nos
condenarán o alabarán y los visionarios nos emplearán o desecharán.
… y nada de eso importará.
No hay que llorar por lo que pasó ni
temer por lo que pasará… sólo luchar con todo en este definitivo momento.
Día Nacional del Periodista. 27 de
junio.
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