El presidente estadounidense Donald
Trump, pronto publicará una "versión más racionalizada" de la orden
presidencial que prohíba la entrada al país a los inmigrantes de siete naciones
de mayoría musulmana. Una versión mejorada que según el gobierno de EE.UU.,
será mejor implementada y evitará el caos que resultó el intento previo de
restringir a estos viajeros extranjeros llegar a suelo estadounidense.
Así lo informó el secretario de
Seguridad Nacional, John Kelly, quien anotó que la nueva versión de la orden
migratoria no impedirá que los extranjeros con visas de trabajo o permisos de
residencia permanente, vuelvan a entrar.
Tampoco afectará a los viajeros extranjeros que hagan transito por los
puertos de entrada de Estados Unidos cuando la orden surta efecto, agregó.
El secretario de Seguridad Nacional de
Estados Unidos, John Kelly, defendió el decreto migratorio suspendido por la
Justicia de su país y garantizó que la nueva orden ejecutiva, será una versión
“más ajustada” que la primera, que no dejará varado a nadie en los aeropuertos.
En una intervención ante la Conferencia
de Seguridad de Múnich, Kelly afirmó que la nueva orden garantizará, por
ejemplo, que si una persona está en tránsito hacia Estados Unidos, en otro país
o volando, cuando llegue podrá entrar en territorio estadounidense. Al ser
cuestionado de si se podía asumir que quienes poseen un permiso de residencia
permanente, la denominada “green card”, podrán entrar en el país, Kelly señaló
que pueden “volver a entrar”.
No dio más detalles, pero subrayó que el
objetivo de la orden es estudiar si los siete países afectados -Libia, Sudán,
Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen- son “fiables”, “y no lo son mucho”, agregó.
Kelly aseguró que al Gobierno le sorprendió que la Justicia suspendiera la
primera orden, que cancelaba durante 120 días la entrada de refugiados en el
país y la concesión de visados a esos siete países de mayoría musulmana.
Recordó que esa medida era temporal y
que su objetivo era tener tiempo para analizar los problemas de seguridad que
presentaban esos países, que podían ser explotados por los terroristas. Un
problema claro, según explicó, es que Estados Unidos no cuenta en ellos con
servicios de inteligencia que le den información fiable sobre las personas que
quieren viajar y pueden representar un riesgo.
Dos de los países de la lista, destacó,
no cooperan con Estados Unidos y en cuatro de ellos no hay ni Embajada
estadounidense. Frente a su defensa del decreto, el ministro alemán de
Interior, Thomas de Maizière, advirtió de que vetar a países enteros puede
“provocar daños colaterales y no generar más seguridad”.
“Cuanto más preciso se es, más efectivo
se es”, recalcó el ministro alemán, quien abogó por potenciar los servicios de
inteligencia. Kelly coincidió en la apuesta por la cooperación y subrayó la
necesidad de incrementar la colaboración entre Estados Unidos y los países
europeos en inteligencia e intercambio de información.
Kelly mostró su especial preocupación
por el regreso a los países occidentales de combatientes que han luchado junto
a grupos yihadistas en Siria o Irak. “Hay que hacer más” para “proteger los
viajes hay que saber quién viaja”, recalcó el secretario estadounidense, quien
reiteró que la seguridad aérea sigue amenazada y es vulnerable.
Kelly defendió la información que
recogen las autoridades estadounidenses, desde las fechas de los viajes hasta
el medio de pago, para detectar a los pasajeros que “pueden suponer un riesgo”.