Opinión. Héctor Ignacio Escandell
Marcano.
La
primera semana de febrero se termina con un sabor agrio. Con noticias que
enorgullecen el alma y otras que parten el corazón.Arrancaba la faena y me tocó
escribir sobre el informe que levantó Cáritas de Venezuela sobre la
alimentación en niňos y niňas de Caracas, Vargas y Miranda.
Se
enfermó de hambre
Esta
frase me sacudió y me detuvo el afán de redactar una nota cualquiera. Se trata
de la respuesta que varias madres dieron a los investigadores de Cáritas cuando
estos preguntaban por los pequeñines flaquitos y demacrados.
“Se
enfermó de hambre” es la frase que resume la tragedia que cientos de familias
están viviendo por la escasez y la miseria.
Los
resultados de la investigación dan miedo, fueron estudiados 808 niňos y niňas
en 25 parroquias:
-10%
de padece desnutrición grave
-18%
está desnutrido
-56%
está entrando en la línea de la desnutrición
Las
familias abordadas por el programa relatan que desde hace tiempo dejaron de
comer tres veces al día y hace rato dejaron a un lado los alimentos
balanceados.
A
Dios gracias hay gente que está haciendo algo; al menos Cáritas demostró con la
ciencia lo que otros llaman especulación y canalla mediática.
A
estos niňos por lo menos ya los encontraron y los están atendiendo, no se van a
morir de hambre.
¿Qué
pasa con el resto?, ¿Dónde están?, ¿Alguien los busca?
¡País
No Laborable!
En
medio de esta realidad, el miércoles fue feriado. Otro día no laborable.
Es
impresionante que un país donde la mayoría de la población vive en la miseria,
no se hagan esfuerzos por trabajar más; por producir más.
El
país no laborable no es un slogan, no es una frase descolgada. ¿Recuerdan
cuando la administración pública dejó de trabajar medio día por muchos meses?,
¿Recuerdan que no pasó nada? Eso demuestra que el país vive así; sin producir.
El
“No Laborable” aplica para resumir las cifras de Lácteos Los Andes, Fama de América,
Agropatria, Aceites Diana y cuanta empresa encuentre usted que haya sido
expropiada por el Estado.
País
“No Laborable” es una de las causas de la escasez, la pobreza y la desidia en
la que vive Venezuela y sus sobrevivientes.
Vivan
las Trina y los maestros
En
el ocaso de la semana vivimos la alegría del reconocimiento, la satisfacción de
ver como la lucha de toda una vida se aplaudía y elogiaba.
La
embajada de Canadá y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Central de
Venezuela decidieron que la profesora Trina Bajo de Fe y Alegría fuera la
merecedora del premio en Derechos Humanos que entregan desde hace 8 años.
La
maestra Trina se desvive desde hace más de 20 años por el derecho que tienen
los niños de recibir educación de calidad; su experiencia en colegios como el
Don Pedro de San Agustín y María Inmaculada de Petare nos recuerdan que la
defensa de los Derechos Humanos es tarea de todos y todas.
Afortunadamente
la semana cierra con esta inspiradora historia, bajamos el telón de una nueva
función con el ánimo subido e inspirados por Trina y los maestros que dejan el
pellejo y arriesgan sus vidas para arrancarle prospectos a la delincuencia.
¡Gracias
Trina Bajo!, gracias por tu valentía, gracias por indignarte y ser compasiva.
Pd:
No le teman a El Comandante; mientras más la critiquen, más ganas dará de ver
la serie. En el siglo XXI es casi imposible censurar.
Héctor
Ignacio Escandell Marcano