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La
prueba es indispensable para pacientes con lesiones mamarias, sarcomas,
linfomas, tumores endocrinos, gastrointestinales y carcinomas poco
diferenciados. La Inmunohistoquímica (IHQ) es un procedimiento que se realiza
en pacientes que presentan algún tipo de cáncer. Se trata de una biopsia más
completa y específica que define a qué tipo de tumor corresponde el tejido que
se encuentra afectado, lo cual es esencial para determinar el tratamiento.
El
doctor Rafael Delgado Morales, cirujano oncólogo e integrante de la Sociedad
Anticancerosa de Venezuela (SAV), informó que para la realización de este
método diagnóstico que proporciona resultados más seguros con tiempos
optimizados, se usan anticuerpos a fin de identificar ciertos antígenos
(marcadores) en una muestra de tejido.
“Por
lo general, los anticuerpos están unidos a una enzima o a un tinte fluorescente
que se activan cuando éstos se unen al antígeno en la muestra de tejido,
permitiendo de esa manera, que la sustancia que produce una respuesta inmunitaria
pueda ser observada a través del microscopio”, explicó el especialista.
La
eficacia de la prueba depende de muchos factores: Médicos patólogos entrenados
y expertos, buenos materiales y procesamiento de la biopsia, adecuada
información clínica, entre otros. Morales comentó que, por lo general, la tasa
de errores siguiendo los estándares internacionales es muy baja.
Aunque
la Inmunohistoquímica permite diagnosticar cualquier tipo de cáncer, el médico
no recomienda solicitar este estudio a todos los pacientes, ya que con el
análisis microscópico H/E de la biopsia es suficiente. En los casos que sí
resulta indispensable son: cáncer de mama, sarcomas, linfomas, tumores
endocrinos, gastrointestinales y carcinomas poco diferenciados.
Este
procedimiento se realiza bajo criterio y orden del médico tratante con el
material (bloques de parafina de tejido) de la muestra tomada por el cirujano,
a través de una cirugía o biopsia con aguja Gruesa (trucut). No es doloroso y
al solicitarlo el tiempo de espera es de 2 a 3 semanas. Para realizarla, el paciente se debe haber
realizado antes una biopsia de algún tumor o lesión maligna.
El
especialista explicó, que cada vez son más las patologías que necesitan de este
estudio. Los resultados resultan de suma importancia para establecer el grado
de malignidad que presenta la zona afectada o tumor y el tratamiento que debe
proceder hacerse el paciente.
“En
las últimas décadas la utilización de IHQ ha sido progresivamente creciente y
se ha consolidado como tecnología esencial en el diagnóstico patológico de
rutina. En general y muy especialmente en la oncológica. Esta requiere de una
metodología de muy distinta a la del laboratorio clásico y, para su correcta
utilización, es indispensable conocer en profundidad sus ventajas y
limitaciones” indicó Morales.
Recalcó
que para poder realizar este tipo de pruebas es fundamental disponer de una
amplia batería de anticuerpos que permita trabajar con paneles amplios
protocolizados y actualizados, así como también de personal técnico y médico
debidamente entrenado para el manejo y evaluación de los mismos.