Prensa.
Amazonia Sur.
Las
autoridades costarricenses informaron que llevaron a cabo 36 allanamientos
simultáneos en comunidades cercanas a la frontera con Panamá y a la frontera
con Nicaragua, en los cuales arrestaron a 36 personas, entre ellas a las
supuestas líderes de la banda.
Es
por ello, que autoridades de Costa Rica y Panamá detuvieron este martes al
menos a 46 personas durante un operativo conjunto para desarticular una
organización que operaba en ambos países dedicada al tráfico de migrantes
haitianos, cubanos, africanos y asiáticos.
Entre
los detenidos se encuentran dos mujeres de apellidos Ruiz Umaña y Bejarano
Morales, que aparentemente lideraban la operación en la frontera con Panamá,
así como otra mujer de apellidos López Martínez, conocida como «Mamá África»,
quien dirigía el tráfico de migrantes en la frontera con Nicaragua.
Según
informó la Dirección General de Migración de Costa Rica, las autoridades de
Panamá efectuaron en territorio panameño 21 allanamientos en la capital y en la
provincia de Chiriquí (oeste), en los que detuvieron a 10 sospechosos de
trabajar como ramificación de la organización delictiva costarricense.
«En
la operación ‘Adalid’ participan 24 funcionarios del Ministerio Público y más
de 50 unidades (agentes) de la Policía Nacional. Hay ya 10 aprehendidos»,
informó el fiscal primero Contra la Delincuencia Organizada de Panamá, David
Mendoza, en un mensaje publicado en la cuenta de Twitter de la Fiscalía
panameña.
Las
autoridades de Panamá desvelaron que los traficantes cobraran a los migrantes
hasta 1.500 dólares por atravesar territorio panameño y que les otorgaban visas
de turista.
Por
su parte, las autoridades de Costa Rica informaron que la investigación por
este caso comenzó en enero de 2018 cuando la Policía Profesional de Migración
recibió información que indicaba que en la zona norte (frontera con Nicaragua)
operaba una red criminal dedicada a traficar personas extranjeras.
«La
organización cobraba sumas de dinero desde 7.000 hasta 20.000 dólares,
dependiendo del país de origen, o el perfil de la persona extranjera objeto de
tráfico», explicó la Dirección General de Migración.
La
investigación determinó que el grupo traficaba a personas provenientes de
Haití, Cuba, Bangladés, Sri Lanka, Angola, Camerún, Nepal, así como de Angola,
India, entre otros.
La
organización captaba a los migrantes desde Panamá y se encargaba de
movilizarlos de manera irregular a través de Costa Rica para facilitarles su
camino hacia Estados Unidos.
Según
la investigación, las personas traficadas llegaban al continente vía aérea,
utilizando como puerto de entrada alguno de los aeropuertos de Brasil, Ecuador,
Colombia o Perú.
En
continente americano los migrantes eran captados nuevamente por la organización
para movilizarlos vía terrestre hasta Costa Rica. En Costa Rica, la
organización criminal movilizaba a los migrantes hasta la frontera con
Nicaragua, donde eran recibidos y alojados en «casas de seguridad».
Posteriormente,
los traficantes de personas los movilizaban hasta Honduras o Guatemala por vía
marítima o terrestre, en donde eran entregados a otras personas dedicadas al
tráfico de migrantes.
Las
acciones judiciales en Costa Rica fueron coordinadas mediante la Fiscalía
Adjunta Contra la Trata y Tráfico de Personas del Misterio Público y el Juzgado
Penal de Liberia, provincia de Guanacaste (fronteriza con Nicaragua).
Los
detenidos se exponen a un máximo de 10 años de cárcel por el delito de tráfico
de personas. En el operativo de este martes en Costa Rica participaron la
Policía Profesional de Migración, la Fiscalía Adjunta contra la Trata y el
Tráfico Ilícito de Migrantes y el Ministerio de Seguridad.
Centroamérica
es puente de paso de decenas de miles de migrantes procedentes de todo el mundo
que, movilizados por el crimen organizado, pretenden llegar a Estados Unidos,
lo que ha generado en los últimos años una creciente crisis migratoria en esta
empobrecida parte del mundo, de la que también salen miles con destino al norte
de América.
Fuente:
EFE