Prensa. Diario Las Américas.
El
expresidente de Colombia Andrés Pastrana (1998-2002), denunció a través de su
cuenta en Twitter, que los cabecillas de la extinta Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y prófugos de la justicia colombiana, Jesus
Santrich e Iván Márquez, partieron de Caracas con destino a La Habana, Cuba, en
el avión exclusivo del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro.
El
exmandatario colombiano dijo que Santrich y Márquez, prófugos de la justicia
colombiana, viajaron acompañados de Adán Chávez, embajador de Venezuela en La
Habana, para una reunión de emergencia en la isla, sin brindar mayores detalles
del objetivo de la reunión ni con quién.
Pastrana
dijo que recibió información sobre el paradero de los excabecillas de la
extinta FARC ahora convertida en partido. Santrich y Márquez viajarían en el
avión exclusivo de Maduro “que camuflan como comercial de Conviasa”, tuiteó
Pastrana.
Hasta
ahora ni Maduro, ni la dictadura cubana han confirmado o desmentido la
información publicada por el expresidente colombiano. De acuerdo con la
descripción del exgobernante, la aeronave matricula YV3016 partió de la rampa
presidencial número 4 del aeropuerto de Caracas, Venezuela con destino a La
Habana Cuba.
Santrich
y Márquez están en la lista de exguerrilleros que podrían perder los beneficios
de la “justicia transnacional” surgida tras la firma de los llamados acuerdos
de paz suscritos entre el expresidente Juan Manuel Santos y la guerrilla, que
permiten que los crímenes cometidos por los terroristas de las FARC queden en
la impunidad, entre ellos el abuso sexual contra menores.
La
Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó la captura de Santrich luego de
que no cumplió a inicios del mes pasado con el proceso de diligencia
indagatoria por tráfico de cocaína, delito en el que habría incurrido siendo
congresista, un cargo obtenido al amparo de los acuerdos de paz que le concedió
a las FARC diez escaños en el Parlamento.
Santrich
permaneció un año en la cárcel. En junio pasado recobró la libertad y tomó
posesión del cargo designado como congresista de la llamada Fuerza Alternativa
Revolucionaria del Común (FARC), pese a que las investigaciones en su contra
continúan su curso en Colombia y Estados Unidos.
El país
del norte busca extraditar a Santrich por haber conspirado para enviar diez
toneladas de cocaína luego de la firma de los acuerdos de paz entre las FARC y
el gobierno de Santos. La Corte
igualmente solicitó a la Interpol emitir una circular roja para la ubicación,
arresto y extradición del excabecilla de la FARC.
Desde
la desaparición de Santrich y Márquez, el presidente de Colombia, Iván Duque,
ha dicho que ningún país puede darle protección, que de ser así “lo vamos a
denunciar internacionalmente”, afirmó el mandatario que había señalado que
Santrich podría estar en Venezuela.
Dos
semanas más tarde, el dictador Nicolás Maduro, dijo que Santrich y Márquez,
serían bien recibidos en Venezuela, durante el Foro de Sao Paolo, realizado en
Caracas a finales de julio pasado.
"Iván
Márquez y Jesús Santrich son bienvenidos a Venezuela y al Foro de Sao Paulo
cuando quieran venir, son los dos líderes de paz, y Timochenko y Catatumbo y
las FARC es bienvenida a Venezuela cuando quiera venir porque son líderes de
paz", dijo el dictador venezolano.
Tras
la invitación de Maduro a los excabecillas de las FARC, el presidente Duque
calificó de “burrada” esa invitación que a su juicio confirma que el régimen de
Venezuela protege a “terroristas”.
"Lo
que creo es que a Nicolás Maduro cada vez se le asoman más las orejas de burro.
Aquí lo que estamos viendo no solamente es que él ha albergado terroristas
colombianos desde hace muchos años, sino que una vez más ratifica que Venezuela
es un santuario para terroristas y para narcotraficantes", dijo Duque.
Márquez
se encuentra prófugo desde abril de 2018. Tampoco ocupó su escaño de
congresista el pasado 20 de julio. El gobierno de Colombia está ofreciendo un
millón de dólares por la captura de Seuxis Paucias Hernández, verdadero nombre
de Jesús Santrich, acusado de narcotráfico, delitos cometidos después de haber
firmado los acuerdos de paz en 2016.