Prensa. La Patilla.com.
A la
fecha, el precio del dólar está en 14.483,54 bolívares -valor oficial fijado
por el Banco Central de Venezuela-, una cifra que se ha multiplicado de manera
imparable desde que comenzó el año en curso.
Con
los 40.000 bolívares mensuales, que se traducen en poco menos de tres dólares,
los venezolanos se ubican muy por debajo del umbral de la miseria establecido
por Organización de las Naciones Unidas (ONU), que señala que quien devengue
menos de 1,25 dólares diarios está en pobreza extrema.
Aunque
el salario mínimo quedó establecido en el equivalente a 30 dólares en agosto
pasado tras la puesta en marcha del plan económico, al día de hoy el sueldo
mínimo se ha reducido en 90,80 %, pese a los cuatro aumentos de salarios de los
últimos doce meses.
Los
40.000 bolívares del sueldo mínimo pueden alcanzar para comprar, con suerte, un
cartón de huevos de 30 unidades, una realidad no muy distinta a la de hace un
año, cuando Maduro aumentó 35 veces el ingreso mensual tras poner en marcha una
reconversión monetaria que le quitó cinco ceros a la moneda nacional.
En
la actualidad, el Gobierno no ha dado señales sobre otro aumento de los sueldos
y ni siquiera menciona el llamado plan de “recuperación y prosperidad
económica” por el que entró en circulación un nuevo cono monetario a propósito
de la reconversión con la cual también buscaba enfrentar la escasez de
efectivo.
Sin
embargo, los billetes de más baja denominación ya han dejado de circular, pues
en medio de la hiperinflación que vive el país y que este año se acumula en
1.579,2 %, para los venezolanos ese imposible pagar con papeles de 2, 5, 10, 20
o 50 bolívares, pues su valor es casi tan nulo como el del papel moneda que
perdió vigencia en 2017 y que, incluso, ha terminado en la basura.
Por
esta situación, el Banco Central de Venezuela (BCV) anunció en junio pasado la
incorporación de tres nuevos billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares,
equivalentes a 0,69 dólares, 1,38 dólares y 3,45 dólares, respectivamente.
Las
medidas también incluyeron una modificación del sistema de cambio de divisas,
para ese entonces llamado Dicom, y que hasta la fecha no ha tenido éxito, pues
el principal objetivo del Gobierno era acabar con el mercado paralelo que
continúa en ascenso.
El
control de precios, una fórmula igualmente reciclada por el Gobierno, formó
parte de este programa, pero la medida duró apenas semanas y solo terminó con
cientos de personas multadas y detenidas, mientras que el aumento de la
gasolina fue un anuncio que nunca se concretó y hoy el precio del combustible
es casi un regalo.
La
gasolina en Venezuela cuesta 0,00001 o 0,00006 bolívares por litro, dependiendo
del octanaje, pero debido a que no había un billete que pudiera pagar este
valor, los venezolanos costeaban su combustible con los papeles de 2 bolívares.
No
obstante, debido a la salida de circulación de estos billetes, la gasolina se
puede pagar con papeles de 100, 200 o el que tenga disponible en ese momento el
conductor, y ninguno de los casos equivaldrá a diez centavos de dólares.
Con información de EFE