Prensa. Voanoticias.
Menos
de una semana después de presentar cargos contra el presidente en disputa de
Venezuela, Nicolás Maduro, por “narcoterrorismo”, el gobierno de Estados Unidos
ofreció levantar las sanciones al país a cambio de un gobierno de transición.
La
estrategia, coinciden exasesores de la Casa Blanca, muestra que EE.UU. aboga
por una salida negociada de la disputa por el poder en Venezuela pero ven poco
probable que el presidente en disputa de Venezuela acepte las condiciones
planteadas el martes.
El
mensaje, afirman, va más dirigido a presionar a su círculo cercano para que
retiren su apoyo al líder oficialista. “Yo no creo que el señor Maduro, como
individuo, tenga tanto interés en hacerlo pero todos los que lo rodean tienen
que estar viendo sus opciones”, dijo a la Voz de América Steven Donehoo,
exoficial de inteligencia militar de EE.UU.
En
poco más de un año, el gobierno del presidente Donald Trump ha sancionado a más
de 50 individuos relacionados con el presidente en disputa de Venezuela, Nicolás
Maduro, y la semana pasada presentó cargos criminales contra 13 funcionarios o
exfuncionarios de su gobierno, incluidos el presidente de la Corte Suprema de
Justicia, Maikel Moreno, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
“Los
otros jugadores que están viendo las ofertas también van a querer aceptar las
opciones que se les ofrece”, añadió Donehoo. Para
Michael Camilleri, exdirector para asuntos de los Andes de la Casa Blanca bajo
el gobierno del expresidente Barack Obama (2009-2017), el plan de Washington
llega tarde. “Esta es prácticamente la misma propuesta que estaba sobre la mesa
hace siete meses”, dijo el diplomático a la VOA.
El
año pasado, durante las negociaciones en Barbados, el presidente encargado de
Venezuela, Juan Guaidó, dijo haber ofrecido a Maduro una salida negociada donde
ambos se retirarían de sus cargos y el gobierno de transición sería asumido por
un consejo de gobierno.
En
ese entonces, el gobierno de EE.UU., con John Bolton a la cabeza de la
estrategia de la Casa Blanca en relación con Venezuela, no veía con buenos ojos
las negociaciones. “En el momento en el que apoyar una solución de este tipo
hubiera sido más útil, EE.UU. no dio del todo su respaldo”, dijo Camilleri.
Donehoo,
por otro lado, opina que la situación ha cambiado en comparación con el verano
pasado, debido la crisis del coronavirus y a la caída de los precios del
petróleo. El plan, afirma, “toma en cuenta la realidad política y militar del
país y la situación muy dramática” que atraviesa Venezuela.
“No
creo que sea una oferta que se mantenga por mucho tiempo; EE.UU. claramente
está buscando un cambio rápido”, aseguró el analista. Fernando Cutz, exasesor
en el Consejo de Seguridad nacional de la Casa Blanca durante primer año del
presidente Donald Trump, no ve ese cambio en el futuro cercano de Maduro.
“Parece
más un plan de aspiraciones que uno altamente práctico; habiendo visto poca
razón para esperar un cambio en la manera en que el régimen hace sus cálculos”,
dijo el Cutz. El hecho de que la propuesta se haya anunciado después de
presentar los cargos contra Maduro muestra que Washington busca “asustar a
quienes están a su alrededor” para “elevar las apuestas y luego entrar a decir
«vamos a negociar»”.
Sin
embargo, Cutz ve ese escenario poco probable: “Parece que el régimen hasta
ahora ha estado muy unido, ya han cometido tantas atrocidades (…), que no
parecen mostrar un cambio en su enfoque”.
Camilleri
fue más allá y afirmó que, trazar este esquema días después de presentar cargos
contra Maduro refleja “una confusión en la estrategia básica” del gobierno de
Trump. “Levantar las sanciones puede ser importante pero las sanciones fueron
desbancadas por mucho frente a los cargos”, dijo.