Prensa. El
País.
La vida no es un camino lleno de rosas. A estas
alturas, todos sabemos que nos encontramos con un sinfín de obstáculos. Algunos
son pequeños y fácilmente superables, pero otros requieren más esfuerzo o se
convierten en auténticas adversidades. Una de las habilidades más interesantes
que podemos desarrollar para navegar en los entornos complejos es la
resiliencia, entendida como la destreza para ser flexible, resistir y superar
las dificultades tanto personales como profesionales.
El término resiliencia expresaba originalmente la
cualidad física de los objetos para regresar a su estado inicial. Sirva como
ejemplo las gomas elásticas, que se estiran y vuelven luego al lugar original.
Sin embargo, en las ciencias sociales, después de un revés nunca se regresa al
mismo punto, sino a otro que puede ser mejor, pero también peor. El psiquiatra
Luis Rojas Marcos dice que, gracias a la resiliencia, numerosas personas que
superan adversidades graves no solo vuelven al nivel previo de normalidad, sino
que además experimentan cambios positivos.
En una reciente investigación aplicada al mundo
profesional se ha comprobado que la resiliencia es un trabajo en equipo. No
solo depende de las cualidades personales, sino que se ve influida por los
tipos de relaciones que mantengamos con nuestro entorno. Esa es la conclusión
de un trabajo realizado por Rob Cross, Karen Dillon y Danna Greenberg y que fue
publicado en Harvard Business Review en enero, después de analizar cómo
gestionaron sus equipos de personas algunos gerentes durante la pandemia. La
muestra incluye a 150 líderes, cinco hombres y cinco mujeres de diez
organizaciones exitosas.
La conclusión de que la resiliencia es una habilidad que se entrena en equipo es relativamente moderna. Habitualmente se había puesto el foco en las características individuales que debía poseer una persona. Sin embargo, según las entrevistas en profundidad realizadas por los autores mencionados, se ha descubierto que algunas conexiones profesionales son clave para superar las dificultades. Los investigadores las tipificaron en ocho y se podría decir que son las fuentes para reforzar nuestra capacidad para afrontar los problemas de una manera positiva. Veamos cuáles proponen:
Empatía. Brinda apoyo empático para que la persona
pueda liberar emociones negativas desde la escucha y la comprensión del otro.
Humor. Nos ayuda a reírnos de nosotros mismos y de la
situación, por dura que parezca. Este tipo de conexiones rebajan la tensión y
ayudan a la toma de decisiones en momentos de estrés.
Propósito: En momentos complicados nos ayuda a recordar
el significado de nuestro trabajo para recargar energía y seguir adelante.
Perspectiva: Nos sirve para contemplar de una manera
más amplia un problema cuando nos enfrentamos a contratiempos.
Visión. En circunstancias difíciles nos muestra un
camino a seguir, como una estrategia o un objetivo deseado.
Darnos un empujón. En momentos de parálisis ante la
situación, son conexiones que nos ayudan a retroceder, a pensar y a continuar
adelante.
Política. Nos ayuda a encontrar un sentido de las
personas o de la política en una situación determinada, cuando no nos queda
claro a primera vista.
Carga de trabajo. En momentos de tensión por exceso de
trabajo, nos ayuda en la gestión de los turnos o del reparto de las responsabilidades
para rebajar su carga.
Según los autores de la investigación, los ocho tipos
no tienen el mismo impacto para todo el mundo. Hay a quien le ayuda más la
empatía o quien prefiere que le brinden una mayor perspectiva cuando las cosas
vienen mal dadas. Podríamos hacer un mapa de nuestras conexiones personales,
valorar el grado de satisfacción que tenemos e identificar cuáles son las tres
conexiones que necesitamos reforzar para ganar en resiliencia. Una vez
realizada esa reflexión, deberíamos plantearnos un plan para reforzarlas. Es
interesante puntualizar que quizás en el trabajo no encontremos aquella que sea
importante para nosotros, como la del sentido del humor o la de la perspectiva,
por ejemplo. Si así fuese, sería importante ampliar el mapa de nuestras
relaciones y construir conexiones que nos ayuden a sentirnos mejor y ganar en
resiliencia.
Pilar Jericó es emprendedora, escritora,
conferenciante, doctora en Organización de Empresas y divulgadora de
investigaciones sobre el comportamiento humano. www.pilarjerico.com
#noticias
#ocho
#relaciones
#mejorar
#resiliencia
#trabajo
#apure
#senderosdeapure
#venezuela