Las consultas dermatológicas más
frecuentes durante y después de vacaciones son por brotes de eccema agudos,
exacerbaciones del acné, manchas en la cara y dermatosis en pieles expuestas a
condiciones ambientales extremas. Por eso, cuidar la piel con productos
originales y certificados es una prioridad.
Prensa. Leonisia Cusati.
El nuevo año escolar comenzará en octubre y las vacaciones se extienden, favoreciendo el encuentro con la naturaleza en sus más diversas manifestaciones y climas. Por lo tanto, no debemos dejar de lado la necesidad de proteger nuestra piel de factores ambientales que pueden ponerla en riesgo. Ysabel Rodríguez, pediatra y dermatóloga, comenta que una causa frecuente de consulta, luego de las vacaciones, son las quemaduras solares agudas, que se manifiestan como enrojecimiento, ardor y dolor en la piel y, en ocasiones, la formación de grandes ampollas, debido a la exposición solar sin protección adecuada.
Otra, sobre todo en niños atópicos, es el eczema, que empeora por la sobreexposición a factores ambientales, como el agua de las piscinas, el calor y el viento. Algunas dermatosis ocurren en pieles expuestas al sol que han tenido contacto reciente con cítricos, perfumes o algunas plantas. “Es lo que se llama dermatitis de Berloque y se manifiesta como manchas, primero rojas y luego marrones, pudiendo incluso desarrollar ampollas. Aparecen en las zonas expuestas al sol que hayan tenido contacto previo con estas sustancias”.
Es frecuente
en las mujeres acudir al dermatólogo en esta temporada, por oscurecimiento de
las manchas de melasma en la cara, debido a la exposición solar. En
adolescentes podemos ver exacerbaciones del acné.
Aquí, allá y
donde sea
Advierte la
especialista que la piel no solo debe protegerse cuando se va a la playa.
“Vivimos en un país con condiciones climáticas muy diferentes: sol, frío,
viento, humedad; y, a pesar de lo que la gente cree, a más frío y mayor altura
también es necesario protegerse, pues habrá mayor radiación ultravioleta y
factores ambientales adversos, como la baja temperatura y el viento” que pueden
causar alteración de la barrera cutánea con efectos adversos como resequedad e
irritación.
En España,
por ejemplo, durante la primavera y el verano, el índice de radiación
ultravioleta puede llegar hasta 8 o 9, siendo en invierno de 2 a 4 “En
Venezuela los rayos del sol inciden perpendicularmente y el índice UV es de 11
(el más alto en la escala), durante todo el año por lo que debemos cuidarnos
estemos o no de vacaciones”, señala la especialista.
Cuidando la
piel de los niños
En el caso de los niños, el Colegio de Dermatólogos de Australia advierte que, antes del año de edad, no deberían exponerse al sol si la radiación UV supera el nivel 3.
Explica la
doctora Rodríguez que la piel de los bebés es mucho más delgada, por lo tanto,
los rayos solares penetran más profundo y pueden causar quemaduras; asimismo,
su producción de melanina, que protege del daño solar, no es adecuada sino a
partir de los 3 años de edad.
Las pautas
internacionales señalan que los niños menores de 6 meses no se deben exponer al
sol, pues “no se recomienda el uso de protectores solares sobre su piel”,
advierte la dermatóloga.
Y, para los
mayores de seis meses, recomienda un protector solar específico para niños, con
filtros físicos; no exponerlos al sol entre las 10 am y 4pm, y vestirlos con
ropa que los proteja. “Mientras son chiquititos hay que ponerlos a resguardo,
sea cual sea el ambiente donde vivan o vacacionen”.
Lo que el sol
nos dejó
Los problemas
con el sol van desde foto en vejecimiento hasta lo más grave, que es el cáncer
de piel de cualquier tipo. “Deberíamos usar protector solar todos los días y
medidas adicionales cuando vamos a estar al aire libre. Lo ideal es que tengan
un FPS superior a 30 para el diario”, dice la dermatóloga. “Yo recomiendo de 50
FPS, sobre todo para la playa y al estar al aire libre”. Aconseja usar una
cantidad suficiente, entre 20 o 30 minutos antes de exponerse al sol, y
reaplicar cada dos horas con la piel seca.
Por otra
parte, el frío, el viento y una humedad baja hará que la piel reseque mucho. En
estos casos se deben utilizar cremas o lociones hidratantes o emolientes.
Para
restaurar la piel
Limpiar,
hidratar y proteger la piel debe ser una rutina diaria antes, durante y después
de las vacaciones. Para la limpieza facial y corporal, utilizar de preferencia
productos syndet (synthetic detergents), también llamados “jabones sin jabón”,
pues son mucho menos irritantes y adecuados para pieles sensibles.
Asimismo, es
muy importante colocar emolientes para mantener más humedad de rutina y más aún
si hemos estado expuestos a factores ambientales extremos. “El uso de productos
originales y certificados como Cetaphil®, con glicerina, pantenol y niacina
mida, ayudan a restaurar la barrera cutánea y evitan que la piel se
deshidrate”, comenta la especialista.
Es por ello
que, según el tipo de piel, aconseja humectar con Cetaphil® Loción Hidratante corporal
y la Crema Hidratante para cuerpo y cara. “Las personas con pieles muy
sensibles y que están o estuvieron en ambientes extremos, pueden usar la loción
Ultra Humectante de Cetaphil®, al igual que el Cetaphil® Pro AD” (específico
para pieles atópicas)
La doctora
Ysabel Rodríguez recomienda el uso de productos originales y certificados
porque “lo básico es la seguridad y el respaldo de un artículo desarrollado
para un tipo de piel específico”, concluye.
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