Columna. Crónicas Alto Apureñas. Aljer
“Chino” Ereú.
GUASDUALITO EN 1970
Para mi
pueblo:
Es importante
la historia
porque es
amiga de la verdad,
porque
fortalece la identidad
conservando
su memoria.
BREVE
INTRODUCCIÒN.-
En el año 1970 gobernaba al país Rafael Antonio Caldera Rodríguez (n.1916-f.2019), y por designación presidencial la gobernación del estado Apure estaba a cargo del dr. Gilmer Urdaneta, quien sería sustituido en junio de ese mismo lapso por Carmen Morales de Varela. Para el inicio de esa década el Guasdualito provinciano daba pasos rápidos de progreso. Una década antes (1960) había llegado el tendido eléctrico a Periquera, proyectada la tarea por la Compañía Venezolana de Fomento, en el Plan Nacional de Electrificación de 1956. Además de esto, importantes elementos de desarrollo como el asfaltado, la telefonía fija, Ipostel, el aeropuerto de Vara de María y otros servicios, pintarrajeaban a nuestro pueblo como un prometedor enclave con potencialidades y ventajas significativas. En el otrora Macondo Alto Apureño con sus propios Aurelianos Buendía, con sus propias Úrsulas, con sus propios Melquiades y con su antiguo paso de ganado por La Manga del Río se asomaba en la esquina de la séptima década del siglo XX el desarrollo anhelado por sus candorosos habitantes. Sobre aquel importante año de grandes expectativas es merecido una resumida retrospectiva para un mejor entendimiento de nuestra genética histórica contemporánea. Agradecimiento al abogado Alirio Zapata por sus atenciones y por el gesto de ceder varias de las fotos que sustentan la publicación, y gratitud al recordado Antonio Méndez por haberse preocupado en captar con su lente fotográfico al Guasdualito de aquel tiempo.
1.-GENERALIDADES
1.1.-CRECIMIENTO URBANO
Referente a
la expansión urbana iniciada décadas atrás hacia el lateral derecho de la
otrora Calle Real y luego Avenida Miranda, y que dio origen al barrio Morrones,
puede afirmarse que para 1970 se mostraba consolidado casi en su totalidad,
debido a la continuidad de la política
habitacional por parte de Rafael Caldera, presidente constitucional en el
periodo 1969-1974, quien construyó otro lote de casas que ampliaron en forma
planificada la extensión del barrio hacia el cardinal este. Otros sectores
centrales como Barrio Obrero, El Gamero, Barrio Táchira, La Cabaña y Costa del
Caño, mostraban al inicio del nuevo año además de rostros tradicionales:
semblantes de distintas genotípicas, y
en considerado porcentaje habitantes del vecino país. El atractivo laboral y
una economía estable era el magnetizante para que cientos de colombianos llegaran a nuestro terruño atraídos por mejores oportunidades de vida,
esto impactaría de manera considerable tanto en el crecimiento poblacional como
en la extensión urbana. Construcciones planificadas e improvisadas empezarían a
llenar los vacíos del contorno de aquel Guasdualito. En cuanto a los barrios
aledaños como Las Carpas y Los Corrales, surgido el primero por una eventualidad no deseada, como fue la
inundación de 1945, y el segundo por la presencia de varios rediles (establos)
donde pernoctaba el ganado, mostraban un crecimiento intermedio en comparación
con los núcleos antes mencionados.
1.2.- ALGUNAS
OBRAS DE ENVERGADURA EN 1970
Para el año
en síntesis el Consejo Municipal del Distrito Alto Apure estructurado por los
ciudadanos José Ignacio Villafañe (presidente), Rosalbina Merchán de Padilla
(vice presidenta), José Bocaranda Leytòn (segundo vicepresidente), Luis Barreto
Méndez (sindico), Antonio Stella Lemus, Pedro Ramírez y José M. Briceño Torres,
por acuerdo unánime en sesión ordinaria número 12 con fecha 05-02-70 autorizan la construcción de una nueva calle cuyo
epónimo sería el de Marqués del Pumar, en honor al padre histórico del pueblo.
Esta nueva vía fue proyectada para una longitud de 1400 metros de largo por 12
metros de ancho. En ese orden, en marzo de ese mismo año se arranca con la
segunda etapa de lo que sería la Avenida Táchira, planificada sobre una
superficie de un (01) kilómetro de largo en contraposición con 12 metros de
ancho. Para el mes de abril el mismo cuerpo edilicio introduce al Ministerio de Agricultura y Cría
el importante proyecto del Parque Ecológico para la conservación de la fauna y
flora urbana, que supuestamente tendría el ejecútese a los laterales de la
Avenida Acueducto, popularmente conocida como la laguna de los chiguires.
En
continuidad con la retrospectiva. Es en el mismo abril de 1970 cuando se inicia
la construcción de lo que sería la nueva sede del Colegio Santa Rosa de Lima.
La labor educativa y católica tendría
sus inicios en una rustica infraestructura ubicada a un costado de la Iglesia
Nuestra Señora del Carmen por la avenida Miranda, a cargo de un grupo de
religiosas dominicas (Moniales Ordinis Predcatorum) pertenecientes a la orden
fundada por el presbítero ibérico Domingo de Guzmán. La directora Sor María
Bellido pondría gran empeño en la tarea. Apoyada por la generosidad de la
ciudadanía fue superando obstáculos y vicisitudes, luego presentaría el
proyecto al ingeniero Jesús Mena, quien era
director del Ministerio de Obras Publica sección Táchira recibiendo de
parte del experto perito un adicional respaldo. Iniciando el último trimestre
de 1970 el maestro constructor lusitano
Fernando Da` Costa culmina satisfactoriamente el primer edificio con el anexo
del Teatro San Martin, iniciándose un mes más tarde las enseñanzas en el centro
con una matrícula de cuarenta y siete alumnos. Este importante logro fue
aplaudido por la colectividad guasdualiteña, conmemorándose de manera honorable
el bicentenario de la fundación del pueblo. El recordado párroco Heraclio
Aragón observaría con lágrimas en sus ojos su sueño convertido en realidad.
Este recordado sacerdote merece sin ninguna duda la gratitud de los
guasdualiteños, y no solo de aquella generación si no de las subsiguientes.
Hombre de regia presencia y férreo carácter llegado a nuestro terruño a imponer
criterios y valores, los mismos que años atrás pondría en práctica en Vietnam,
país del sudeste asiático donde pasaría veintidós años como misionero sufriendo
toda clase de calamidades y penurias, llegando a ser considerado por sus
implacables enemigos como “Un Gran Soldado”.
2.-OTROS
ASPECTOS IMPORTANTES
2.1-INFRAESTRUCTURA
TURISTICA
Con prometedor futuro observaba el empresariado turístico al Guasdualito de 1970. Muestra de ello era la magna construcción de Mathew Gisper y José E. Masip Bernardo, portentosos empresarios de la rama hotelera, dueños de la compañía “MAGICA” (Masip & Gispert C.A) quienes en sociedad construyen para ese año el complejo turístico con el mismo nombre de su empresa. La obra de corte colonial moderno se ubicaba en las inmediaciones del pueblo en la vía que conduce a la vecina población de El Amparo. La misma estaba totalmente dotada de confort, con piscina, lagunas para embarcaciones de remo y motor, polígono de tiro, espacio para la equitación, parque zoológico, áreas para la caza y pesca deportiva, incluso estaba en la proyección incluir un hipódromo de 1200 metros, como también manga de coleo y canchas para diferentes disciplinas deportivas. Esta magna obra turística construida con un monto de dos millones de bolívares estaría por un buen tiempo como la alternativa para el disfrute social de los guasdualiteños.
2.2.-ACCIÒN
SOCIAL
En cuanto a la acción benéfica El Club de Leones de Guasdualito llevaría la batuta. Desde su fundación el 12 de diciembre de 1965 la organización desarrollaría actividades de respaldo humanitario como donaciones de insumos al hospital, ayudas sociales y apoyo a la infancia y adolescencia. Para 1970 su presidente era Rafael Páez, vicepresidente el doctor Marcial Ruiz, segundo vicepresidente el doctor Francisco Antonio Padilla, como asistentes desempeñarían Rafael Hurtado, Alfonso Ruiz, Guillermo Ávila y Emilio Abunassar.
2.3.-EDUCACIÒN
Y COMERCIO
Para el año
1970 inicia funciones en su nueva sede el Liceo Municipal Libertador, fundado
en 1960 por el educador colombiano Gabriel Eliecer Pinto junto a un grupo de verdaderos
intelectuales de la comunidad entre los que se contaban Francisco Antonio
Padilla Hurtado, Eugenio Vidal Carabìa, Antonio Tortolero y Lázaro Hernández.
Como antecedentes del paraninfo, a
mediados de la década del 60 del edificio García seria mudado a la vieja casa
de tabla de la familia Grieco y, de allí a la nueva y moderna construcción ubicada en la intersección de la
Avenida Miranda con la nueva calle El Marqués del Pumar, exactamente donde hoy
funciona La Alcaldía Municipal.
En el tenor comercial. La actividad se concentraba en la prestación de la oferta primaria constituida en víveres, telas, ropas, bebidas, medicinas, ferretería, suministros y mercancías. Entre los principales puntos comerciales que se encontraban para la fecha estaban: Almacén Abunassar, Almacén La Roca (de Lorenzo Roca), Abastos El Cocotal (de Alfonso Roa) Ferretería La Marina, Comercial Curazao (de Samuel García), los negocios de Isaac Ontiveros, Elio García, Alfonso Padilla, Jaime Radwuan, Pastificio Miranda (de Publio Gudiño) Almacén Occidente, Corporación Apure, los de Ernesto Gómez, Víctor Ortiz, Julio Guevara, Pedro Silveira, Farmacia Apure (de Francisco Antonio Padilla), Restaurant Italia, Hotel y Restaurant Aeropuerto, Restaurant La Reina, Ferretería Andina, Panadería Táchira, Comercial Venezuela, Farmacia Sarare, Mini Abastos El Chicote y otros más. Mientras que el servicio bancario era prestado por la agencia del Banco Regional Los Andes, ubicado al inicio de la calle Sucre, su presidente para la fecha era Rafael Becerra Paz.
2.4-TRADICIONES
Y ESPECTACULOS
En lo
tradicional. En los días de febrero de 1970 se llevarían a cabo los fastuosos
carnavales de la calle Vázquez organizados por la catira Elubia Escobar y sus
asistentes, entre ellos Elías Ruiz y el renco Alejo López. El grupo organizador
planificaba cada festividad de forma impecable en las que participaban gente
buena del pueblo y sus invitados. En ese orden, célebres e inolvidables fueron
los templetes que se llevaron a cabo el año en referencia, los más recordados
del anuario se desarrollaron frente a las sedes de los partidos AD y Copey, así
como los que se efectuaron en los barrios Las Carpas y Los Corrales. Como reina
de las fiestas patronales de Guasdualito resultaría electa la bella y esbelta
joven Elodia Ortiz Pérez, autentica exponente de la belleza de la mujer llanera
alto apureña. En el contexto, para diciembre de 1970 se realizaría con alegría
y entusiasmo el Primer Reencuentro de Guasdualiteños, una excelente
organización garantizó el éxito del evento que realzó de forma tradicional el gentilicio
local, la señorita Amalia Filardo sería electa
reina de la colorida actividad. El deporte criollo de los
toros coleados tendría en 1970 su sendo espectáculo en la manga de tablones y listones de madera
ubicada en las inmediaciones de barrio Táchira. En esa recordada manga ubicada
por el callejón donde una vez funcionó la oficina de CADAFE tumbaron cacho y rabo: Samuel Quintero,
Vicente Crespo, Fedor Agüero, Omar Yánez, Pedro Alberto Aguilera, Enrique Ortiz,
Chuy Aguilera, Manuel Urbina, Ismael Roa Ramírez (corraleño), Iván Zapata,
Tomás Guillen, Paco y Juan Moreno, Luciano Ramírez, El Sute Tapia y una gran
elite de buenos coleadores locales.
En 1970 la
hermandad antañera de Guasdualito “La Retreta”
representaba el entretenimiento obligado y bien apreciado tanto por los
mayores como por los jóvenes y niños que ascendieron en un pueblo que era otro
pueblo. En los espacios de La Plaza Bolívar los días jueves de ese lapso una
nutrida concurrencia podía disfrutar a plenitud las interpretaciones de
aquellos músicos y dignos hombres,
brindándoles calurosos aplausos luego de cada pieza musical. Llegados los
domingos luego de los servicios religiosos en la iglesia Nuestra Señora del
Carmen lo continuo era rodear en círculo a los retreteros, o ubicarse en los
viejos bancos de la Placita Páez para así oír gustosamente aquellas canciones
con sabor venezolano. Aquel ensamble estaba integrado por: Víctor Borjas
(director), Aguedo López (trombón), David Socadagui (guitarra), su hermano
Carlos y Pedro Carpio (cuatro), don Telesforo Lara y Víctor Socadagui
(clarinetes), Arcadio Torres y Marcos Socadagui (violines). Los domingos de
1970 eran de regocijo espiritual en la vieja iglesia nuestra Señora del Carmen,
los oficios religiosos estaban a cargo del clérigo Álvaro Fuentes Camino. Otro
factor de entretenimiento era el cine del universal Eliecer Pinto localizado
por la añeja calle Cedeño, exactamente en donde hoy funciona la oficina de la
línea de Expresos Los Llanos, para la época su ambientación quizás fue la más
acorde para este tipo de recinto, contaba con una moderada sala pero dotada de muy buena acústica. Su
piso era de madera y su techo de cielo raso, su capacidad era aproximadamente de ciento cincuenta butacas. Se proyectaban dos películas semanales
prefiriéndose cine mexicano y del viejo oeste.
Lo señalado
anteriormente fueron algunos de los aspectos más resaltantes de aquel intervalo
de tiempo que marcó a una generación de buenos guasdualiteños, generación que
recuerda con agrado al Guasdualito de 1970 y años posteriores. Seguiremos
investigando mientras sigamos bajo el cielo de Periquera, continuaremos
recuperando aspectos contemporáneos importantes para el fortalecimiento de
nuestra identidad y pertenencia local.
ALJER “CHINO” EREÙ.-.
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