La anestesia puede ser dividida de 3 maneras dependiendo de los
requerimientos quirúrgicos y según su alcance anatómico: local, regional o
general.
Prensa. Sol Comunicaciones.
La anestesia está
compuesta por 5 preceptos como son: la analgesia (disminución o abolición de la
percepción de los estímulos dolorosos), la ansiólisis (disminución de la
ansiedad), la hipnosis (pérdida de la voluntad gracias a un estado de
inconciencia), la amnesia anterógrada temporal (pérdida reversible momentánea de la memoria) y la relajación
neuromuscular. Provoca la ausencia temporal de la sensibilidad de una parte del
cuerpo o de su totalidad, producto de la administración de drogas de forma
controlada y dosificadas, según las
condiciones particulares de cada paciente y
del acto quirúrgico.
Con los avances, las
nuevas drogas y las técnicas actuales en la medicina presentan muy bajo riesgo
de complicaciones, siempre hay que individualizar a los pacientes y contemplar
el riesgo del procedimiento quirúrgico per se. Antes de la intervención, el
anestesiólogo estudiará los posibles riesgos del paciente para así, considerar
las implicaciones del acto quirúrgico y el procediendo anestésico. Sin duda,
existirá mayor riesgo en los pacientes que presenten patologías agregadas en
contraposición a pacientes sin ninguna patología.
Es la en opinión de Obed
Jaimes, egresado como médico cirujano de la Universidad Central de Venezuela,
con postgrado en anestesiología en el Hospital Jesús Yerena de Lídice, fellow
en neuro anestesia del Hospital Clínico Universitario. Ofrece sus servicios en
el área quirúrgica, terapia del dolor y cuidados paliativos en el CDD Las
Mercedes, dirigido por Wilson Mourad, especialista en cirugía robótica y vías
digestivas.
Anestesia para cada
necesidad
La anestesia general se
caracteriza por la administración de drogas que van a ser transportadas del
sistema circulatorio al neuro eje. Este grupo incluye tanto las anestesias que
requieren manejo avanzado de la vía aérea como también las llamadas
“sedaciones”.
El experto considera que
las técnicas anestésicas actualmente son muy seguras y minimizan la
probabilidad de experiencia quirúrgica traumática o desagradable para el
paciente. “En la práctica de la anestesia general actual, se emplean drogas ya
sean intravenosas o inhaladas con un alto perfil de bioseguridad. Muchas tienen
una duración muy corta en el cuerpo, y otras se limitan por el uso de otros
compuestos para contrarrestar su efecto.
La anestesia regional viene a ser la interrupción temporal y reversible de los impulsos dolorosos provenientes de uno o más plexos nerviosos, pudiendo de igual forma haber interrupción de la inervación muscular de forma temporal y reversible de dichas ramificaciones. “Esto gracias a técnicas intervencionistas que abarcan desde la simple referencia anatómica, como también la utilización de neuroestimuladores o procedimientos eco guiados, a fin de ofrecer el menor perjuicio posible, minimizando los riesgos, sin que implique la acción de los anestésicos en el encéfalo a diferencia de la anestesia general. Los pacientes permanecen con consciencia, pero no tienen sensaciones dolorosas en la parte del cuerpo intervenida. En este proceso, -agregó el galeno - se utilizan anestésicos locales; con combinaciones de opiáceos y también se pueden agregar coadyuvantes”
Cuando hablamos de
anestesia local, nos referimos al bloqueo de ramas nerviosas terminales
específicas, sin incluir la totalidad de un plexo nervioso, por técnicas y
drogas similares a la anestesia regional, pero que solo afectan a zonas muy
específicas y puntuales de la anatomía. Por ejemplo, un dedo, zonas específicas
de piel y tejidos blandos, bloqueos tronculares de miembros superiores, etc.
Actualmente los
anestésicos locales son ampliamente utilizados y debido a esto existen varios
métodos de aplicación como tópica, infiltración local y bloqueo de nervio
periférico.
¿Por qué la Unidad de
Recuperación Postanestésica?
“Si bien hemos dicho que
las anestesias suelen ser muy seguras y tener muy pocos efectos secundarios,
entre los que pueden figurar las náuseas, los vómitos, el dolor de garganta, la
somnolencia, el dolor post quirúrgico, los escalofríos y la hipotermia entre
otros; se deben ofrecer cuidados y monitorización especializada a fin de controlar
y tratar dichos efectos desagradables, así como garantizar la eliminación de
todo efecto anestésico residual y la tolerancia de la vía oral.
Para ello, el paciente es
trasladado inmediatamente culminada la cirugía a la Unidad de Recuperación
Postanestésica, URPA, colindante con las salas operatorias, dentro de la misma
área quirúrgica, con el fin de estabilizar al paciente y poder garantizar el
alta quirúrgica; bien sea porque la planificación sea ambulatoria y egresa a su
casa, o se trasladará al área de hospitalización para el cumplimiento de indicaciones
médicas por su tratante”.
Afirmó Jaimes, que las
instalaciones hospitalarias cuentan con toda la tecnología para la
monitorización del paciente y el manejo del dolor, el egreso de la URPA se basa
en la evaluación clínica del paciente, y las consideraciones anestésicas del
caso, utilizando referencias como la escala de Aldrete y apoyándose en la
tecnología.
“Con la valoración médico
anestésica, -indicó el anestesiólogo-, se determina si el paciente está apto
para egresar de la URPA. Esto quiere decir, si mantiene ventilación espontánea
y adecuada, tolerando la vía oral, con signos vitales estables, movilizando los
cuatro miembros en lo posible y manteniendo una temperatura corporal adecuada”. Agregó, que el estado de consciencia es
crucial para orientar el proceso de recuperación anestésica.
La URPA es un espacio con
funciones y personal independientes a la hospitalización. Los cuidados post
operatorios ofrecidos en esa área son
dirigidos por las órdenes médicas de los cirujanos responsables de los casos,
mientras que los cuidados post quirúrgicos ofrecidos en la URPA, están a cargo
de los médicos anestesiólogos del área quirúrgica.
“Sin embargo, -expresó el
anestesiólogo-, siempre existe una continuidad
entre ambas áreas, gracias a la coherencia del proceder médico. Ejemplo de esto
es el manejo del dolor, que gracias al uso de Sistemas de Analgesia Post
Operatoria, SAPO, se puede garantizar el control de la sensación de dolor post
operatorio incluso antes de egresar de la sala quirúrgica al área de
hospitalización o la casa.
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