Opinión. Ruth
del Salto
Via: eluniverso.com
Esta
podría ser la segunda parte de mi entrega pasada ‘¿Qué se siente dormir sola?’,
en la que Lilian Tintori relataba cómo son las noches en cama sin su marido
preso. En este caso me voy a referir a una parte de la región como un ser que
despierta, que busca vientos de transformación.
Lo
que pasó esta semana en la Asamblea Nacional de Venezuela fue histórico, luego
de 17 años de chavismo, el pueblo dio una “bofetada electoral” que le otorgó
una mayoría opositora. Por fin los ojos de la gigantografia de Chávez, puesta
en la sede del Parlamento, no estarán observando como un dios las leyes que
discuten en el Poder Legislativo. La imagen fue retirada el mismo día de la
juramentación de los nuevos diputados. Los que se creen dueños del país han
saqueado la nación para condenar al pueblo a las filas del hambre. Tiene presos
de conciencia y las denuncias relacionadas con narcotráfico que involucra a
poderosos duermen en los cajones de un Tribunal de justicia afín al Ejecutivo.
En
Argentina, Macri, el flaco de ojos azules, exmandamás del Boca Juniors y que
tiene un particular ritmo para bailar, se convirtió en la esperanza del
antikirchnerismo.
El
exgobernador de la provincia de Buenos Aires convenció y se colocó la banda
presidencial. Los entendidos auguran que el país girará hacia políticas
económicas amigables con los mercados tras doce años de fuerte intervención
estatal, controles cambiarios, restricciones comerciales y la sospechosa muerte
de un fiscal.
Macri
ha ofrecido reducir un cuestionado impuesto que grava los salarios altos y
medios y la tasa a las exportaciones agrícolas y una justicia independiente.
De
la corrupción al giro de timón político en Guatemala.
El
caso de una defraudación aduanera llevó al repudio ciudadano que pedía a gritos
renovación. A Otto Pérez, involucrado y ahora encarcelado, no le quedó de otra
que levantarse de la silla y renunciar a su título de presidente. Del militar
pasaron al comediante; Jimmy Morales representó el voto de castigo, no tuvo
contenido en las propuestas pero prometió luchar contra la corrupción y tocó
esa fibra sensible de los guatemaltecos.
Los
que se creen predestinados a ser irreemplazables en una misión.
En
Ecuador y Bolivia, Correa y Evo hasta el momento no encuentran relevo porque
sus partidos se han convertido en una estructura de culto a la personalidad de
los mandatarios, pareciera que con las mágicas reformas se quisieran perpetuar
en el poder. Para algunos entendidos, la reelección se convierte en un
mecanismo indispensable de impunidad para no rendir cuentas de ciertas cosas
que el pueblo demanda.
Las
personas no deben perennizarse en el poder o heredarlo como si se tratara de
monarquía. Que se mantengan sí las buenas ideas atendiendo las necesidades de
salud, economía, trabajo y educación.
El
despertar no es un asunto de izquierdas o derechas. La sociedad civil está
clamando por gobiernos más transparentes, más democráticos, respetuosos de los
derechos humanos, tolerantes con las posturas diferentes, mediáticos incluso en
los medios donde lo critican, pero que buscan informar. Tintori no está sola,
está acompañada por los que como ella se despertaron y también demandan respeto
a uno de los valores fundamentales del ser humano, la libertad. (O)
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